El Sendero De Los Maestros Espirituales

Los Centros de Satsang, son Centros donde se imparten enseñanzas puramente espirituales a la Hamanidad en general, sin consideración de barreras de ningún tipo como casta, color, credo, secta, edad, educación o vocación. De la misma manera como la Naturaleza ofrece sus dones de luz, agua, aire, etc., libremente, a todo el mundo, así mismo la espiritualidad se ofrece libremente a todos aquellos que están ansiosos del autoconocimiento y del conocimiento de Dios.

En esta era de la ciencia, la Espirlualidad debe ser tratada igualmente como una ciencia, para hacerla aceptable la gente. Es, en efecto, otro nombre que se da a la Ciencia del Alma. Pero a diferencia de otras ciencias, esta es perfectamente definida y muy exacta en sus premisas, teoría y práctica, y produce resultados verificables con precisión matemática. Su histora se remonta a tiempos inmemoriales, en el nebuloso pasado, cuando el Hombre empezó a reflexionar interiormente en el significado de la vida. Siempre ha existido en el hombre una necesidad natural de resolver el misterio de la vida. De tiempo en tiempo, sabios y profetas aparecieron en diferentes partes del mundo para impartir las experiencias espirituales que existen entre nosotros en la forma de las Sagradas Escrituras.

Somos ciertamente muy afortunados de poseer los magníficos relatos de estas iluminadas personas, porque ellos inducen en nosotros un deseo y una ansiedad de ahondar en el conocimiento, y nos inspiran con la esperanza de que también nosotros podemos desentrañar el misterio de la Vida y resolver el problema de la existencia humana.

Hasta aquí está muy bien, pero más allá de esto no hay camino de salida. Por el mero hecho de leer la literatura sagrada, es imposible que lleguemos a entender la importancia de las experiencias esotéricas que su autor tuvo en la profundidad de su mente y en el silencio de su alma. La instrucción por medio de libros y la sabiduría mundana, no son de ninguna utilidad en la exploración de los misterios del mundo interno. El razonamiento es una ayuda y un obstáculo al mismo tiempo. Podemos razonar sobre las cosas en el plano intelectual, pero no podemos ir más allá del intelecto mismo.

Las escrituras no pueden hablarnos ni contestar nuestras preguntas, ni resolver nuestras dudas, ni apartar el escepticismo. Ellas no pueden concedernos realmente las experiencias internas de las cuales son la espresión. ¿Cuál es, pues, la solución? ¿Estamos, acaso, condenados a flotar en el mar de la vida y pasar nuestro tiempo asignado en una lucha sin motivo, y nada más? ¿No tiene, pues, la vida otro propósito que el de un actor que sale al escenanio, ejecuta su papel y luego se retira?

Cada problema de la vida viene acompañado de dificultades que le son propias. Pero esto no significa que las dificultades sean insalvables y que deben disuadirnos de nuestra búsqueda de la Verdad Eterna. Lo que un hombre ha hecho, otro puede hacerlo, naturalmente con la ayuda y guía apropiadas. Todo lo que se necesita es encarar el problema de la manera correcta, con el verdadero espíritu de un buscador de la Verdad. Dios es grande y Él tiene sus medios propios para satisfacer las ansiedades de sus devotos. No hay razón para desesperar. En igual forma que todo Santo tiene un pasado, cada pecador tiene un futuro.

Debemos partir naturalmente de la premisa de que existe un cierto Poder controlador que actúa detrás de todas las cosas, no importa qué nombre podamos darle a Él y cuál pueda ser nuestra concepción de este PODER INVISIBLE. Nosotros, sin embargo, vemos que el Universo que nos rodea está pulsando con la vida y es una manifestación del Principio Activo de Vida de ese Poder Invisible que se percibe en formas tan diferentes. Ahora bien, ¿qué poder es este Poder Invisible y cómo podemos entrar en contacto con Él? He aquí el problema fundamental al que nos hallamos enfrentados.

Un profesor de teología, no importa cuán erudito sea y pese a todo su poder de elocución no puede darnos este contacto. La Vida proviene de la Vida. Uno que está firmemente arraigado en el Principio de la Vida puede, si así lo desea, concedernos un contacto con el “Impulso de Vida” que surge de su interior. Un Alma Maestra que ha realizado la Verdad en sí misma, puede ayudarnos en esta realización y nadie más.

La auto-realización y la realización de Dios son experiencias internas del alma y no pueden producirse en el plano de los sentidos. La conciencia interna aflora solamente cuando nos elevamos por sobre la conciencia externa. Primeramente debemos trascender la conciencia del cuerpo, de manera de liberar el alma de todas sus ataduras exteriores. El hombre interno debe ser liberado primero del hombre externo que se compone de cuerpo, mente, órganos de los sentidos, intelecto y aires vitales (energías físicas), ninguna de estas cosas materiales es capaz de entrar en contacto con la CONCIENCIA PURA, que es inmaterial en su esencia, es la vida de toda vida y el alma misma de todo lo que existe. Estos son algunos de los problemas vitales de los que se ocupa un Hombre-Dios.

El Satsang trata entonces de los más abstrusos problemas relacionados con el Alma e imparte instrucciones, primordialmente, sobre la Ciencia del Alma. Toda otra consideración física y moral es solamente secundaria y se toma en cuenta en caso de que sea una ayuda para la elevación del Alma. Siendo como es una Ciencia del Más Allá se la califica como Para-Vidya, o sea el conocimiento que el Alma experimenta inmediata y directamente por sobre, y más allá, del plano de los sentidos. Su meta, es hacer el Alma Humana una con la SUPER-ALMA, al trascender el plano físico. Este despertar del Espíritu a su propia realidad, su florescencia gradual dentro de la Conciencia Cósmica, es obra del Poder Maestro a través de un proceso de autoanálisis o introspección.

“¡Oh! Nanak, sin una experiencia de autoanálisis no se puede escapar de la gran ilusión de la vida empírica”

Cristo también ha expresado:

“Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa mía, la hallará”

MATEO 16:25

El Sendero de los Maestros necesita la ayuda de un Maestro Viviente o Adepto, no solamente en la teoría, sino en la práctica de la Ciencia del Alma. Un Maestro Realizado en la Verdad, no solamente revela la verdadera importancia de las escrituras, que de otra manera permanecerían cerradas para nosotros, sino que nos concede un contacto interno con la Verdad misma y nos hace teístas en el verdadero sentido de la palabra. Él se vale de las Escrituras para conducir a los hombres de fe y creencias diferentes. Es en este terreno común de la espiritualidad donde pueden encontrarse todos los hombres y constituir la gran familia de la Humanidad. El Satsang ofrece este terreno común para que personas de todas las fes puedan reunirse y recibir instrucción espiritual.

Siempre fue el deseo de mi Maestro Baba Sawan Singh Ji formar un foro o plataforma común donde gentes de toda denominación, que profesan diferentes fes y creencias religiosas y que pertenecen a diversas sectas y órdenes, pudieran reunirse a discutir los principios de la Espiritualidad, y a practicar la disciplina espiritual bajo la guía de un Alma Maestra, y en esta forma obtener la Salvación y la Paz, tanto aquí como en el más allá. Un Maestro perfecto no se interesa en el orden social establecido ni trata de interferir en él. Él trae a sus hijos el mensaje de emancipación espiritual que Dios le ha dado. Su mensaje es de Esperanza, Redención y Cumplimiento para uno y para todos. Tales seres benditos son Hijos de la Luz y vienen al mundo a difundir la Luz entre la Humanidad que sufre. Y ellos afirman lo siguiente:

“Kabir conoce los misterios de la Casa de Dios y trae el mensaje del Altísimo”

“Un Alma Maestra se conoce por la catolicidad de sus enseñanzas, las que contienen un llamado universal para todos”.

El Satsang como tal, no concede gran importancia a los códigos de conducta socio-religiosos, ni a la ejecución de ritos y rituales, ni a determinados sitios de culto. El cuerpo humano es el verdadero Templo de Dios. Dios es Espíritu, luego aquellos que le rinden culto deben hacerlo en Espíritu y en Verdad. El Satsang es un lugar donde cobran vida las enseñanzas e ideales de ese gran Maestro, Baba Sawan Singh Ji, y es el centro donde se exponen sus puntos de vista sobre la vida, los cuales tienen que ver con la emancipación del Alma.

Los propósitos del Satsang se describen a continuación bajo diferentes títulos:

1. La verdadera comprensión de la Vida. La eterna e incambiable naturaleza del Alma en el siempre cambiante panorama de la Vida es como un “punto fijo” en la rueda giratoria del mundo, un punto a la vez fijo y en aparente movimiento.

“A no ser por el punto, el punto fijo, no habría danza y tan sólo hay la danza”.

T.S. Eliot

Aquí se aprende el verdadero significado de:

“Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espiritu, espiritu es”.

Juan 3:6

“La vida es más que la comida, y el cuerpo más que el vestido”.

Lucas 12:23

“Porque, ¿de qué le sirve al hombre el ganar todo el mundo, si pierde su Alma?
¿O, qué dará el hombre en cambio de su Alma?”.

Marcos 8:36-37

2. B) Los más altos valores de la vida, cuales son la grandeza de Dios y la necesidad de la humildad que conduce a una vida pura y honesta, de castidad, abstinencia y de amante servicio a la Humanidad. La práctica de las virtudes morales ha sido enfatizada por todo los instructores espirituales, ya que una vida ética prepara por sí misma el camino para una vida espiritual. Cristo prometió “el Reino de Dios a los pobres de Espiritu, el reino de la Tierra a los mansos de corazón, clemencia para los clementes y visión de Dios para los puros de corazón”. Antes de Él, Moisés dio a los israelitas su Decálogo o los Diez Mandamientos: y el Señor Buda, el Iluminado, enseñó el Noble Octuple Sendero de Rectitud para aquellos que entraban a la orden de la túnica amarilla. Zaratustra, Kabir, Nanak y los Rishis de la antiguedad expresaron las mismas ideas en sus propias palabras.

Así pues, es necesario para los aspirantes a la Verdad, eliminar gradualmente caídas morales, una por una, y cultivar en cambio virtudes morales, y para ello nada puede ser de tanta ayuda como mantener un diario regular de instrospección, ya que el reconocimiento de nuestras faltas nos hará esforzarnos en la dirección correcta. Y esto a su vez, nos conduce a la verdadera espiritualidad.